miércoles, 10 de marzo de 2010

¡Y YO QUE CREÍA QUE NADA QUE DIJERA UN POLÍTICO SERÍA CAPAZ DE SORPENDERME!

Tengo que reconocer que estaba equivocado; pero por supuesto no ha sido un político español quien lo ha hecho. El motivo ha sido un ataque inusual de sinceridad.

El otro día leyendo un artículo en un periódico encontré la siguiente cita que pronuncio el ex primer ministro húngaro Ferenc Gyurcsany en una reunión con parlamentarios:

El país vive por encima de sus posibilidades y no hemos hecho nada durante años. No se puede mencionar ninguna medida gubernamental de la que enorgullecerse, aparte de haber salido de la mierda para lograr el gobierno. Hemos mentido por la mañana, por la tarde y por la noche. Y no quiero seguir así.

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